Un pueblo con menos renombre que Albarracín, pero no por ello menos bonito, es Rubielos de Mora. Rubielos de Mora estuvo amurallado y de aquella época quedan dos puertas. De los monumentos de la localidad hay que destacar los conventos, la casa consistorial, una antigua colegiata, dos hospitales y numerosas casas nobles, entre las que destacan las de los Villasegura, los Consell, los Igual y los Galve.
La Casa Consistorial posee una lonja como otros muchos edificios municipales en la provincia de Teruel. Sin embargo, en este caso, la lonja es impresionante por su fábrica. También se ha conservado en el ayuntamiento el calabozo, el patio y la escalera.
El convento de los Carmelitas Calzados consta de una torre campanil de cuatro cuerpos y posee un claustro con columnatas. El de las Agustinas, por su parte, se edificó en el siglo XV. En el Hospital de Gracia se encuentra el Museo Salvador Victoria, donde se puede contemplar una muestra representativa del arte español contemporáneo.
La visita a Rubielos de Mora hay que tomársela, ante todo, como una oportunidad para callejear y transportarse a otros tiempos.