Para acercarse a la laguna de Gallocanta hay varios accesos. El que más nos interesa, para llegar desde la comarca Comunidad de Teruel, es el que va hasta Calamocha por la autovía mudéjar A23 o la nacional 234. De allí, sale una carretera local hacia Tornos, en el lado sur de la laguna.
Dependiendo de la época del año el viajero encontrará el paisaje de una u otra manera. Las grullas aparecen entre los meses de noviembre y febrero. Durante la primavera, los prados salinos florecen y se puede ver un pasaje verde; un color que cambiará hacia el amarillo durante la época de siega en el verano. Del mismo modo, el nivel del agua de la laguna es variable: en invierno y primavera presenta los niveles más altos, mientras que de la primavera al verano es cuando se registra el periodo más seco.
En los últimos años se ha creado en la zona una serie de atractivos turísticos de carácter cultural. En Bello está el centro de interpretación; en Gallocanta se ha instalado el Museo de las Aves; y en Berrueco se ha adecuado el yacimiento arqueológico de El Castellar y la sala de exposición sobre la Celtiberia.
El visitante no debe salirse de los itinerarios propuestos para no molestar a las aves invernantes y a las que nidifican durante la primavera. Tampoco se aconseja el baño en la laguna, pues las playas de limos pueden atrapar al bañista en el fango e impedirle la salida.